sábado, 20 de agosto de 2011

Lauro Viana Poeta Criollo y Tandilense

Reseña biografica
Lauro Viana nació en Tandil el 20 de agosto de 1897, sufriendo a los cinco años la pérdida de su padre. Se formó en el entonces tradicional y prestigioso Colegio Sudamericano de Manuel Carné.


Ya adolescente comenzó a trabajar en la Compañía de Seguros La Tandilense y simultáneamente-atraído por la literatura-pasaba horas en la Biblioteca Rivadavia, la que daba sus primeros pasos de la mano de su fundador don José A. Cabral.
Allí entabló amistades perdurables con Juan A. Salceda, el escritor Héctor F. Miri y el artista Ernesto Valor, con quienes compartió, además, ideales comunes sobre los valores de la vida.
Alentado nada menos que por los hermanos Conrado y Roberto Nalé Roxlo, a quienes conoció en oportunidad de inaugurarse la Palace Hotel (diciembre de 1919), aún veinteañero, comenzó a escribir sus poemas..
En 1930 apareció publicada su primera poesía en un medio importante: el suplemento literario de La Prensa, donde salió a la luz “El palenque” que recibió elogios del gran Baldomero Fernández Moreno (el del famoso soneto a Tandil) y hasta del mismísimo Borges, a quien Ricardo Güiraldes le había hecho conocer la poesía de Viana.
Sus conocimientos del campo bonaerense y la especial inclinación por su paisaje y sus hombres, inspiraron su producción y su pluma tradujo con fuerza y colorido el agreste señorío de la pampa, con un manejo apropiado del vocabulario gauchesco.
También en 1930 fue cuando conoció a don Fernando Ochoa, naciendo una amistad sólida y profunda que le permitió a Viana hacerse conocer a lo largo y ancho del país, a través de los recitados de ya famoso Ochoa, el que prácticamente registró con su voz, la mayor parte de la obra de nuestro poeta.
Atraído por la política Viana participó en el orden municipal ocupando cargos en la administración y siendo Comisionado por breve tiempo en 1947.
Activo integrante de las tertulias-peñas literarias y artísticas que realizaba en su casa el escritor y gráfico Vitullo, estrechó amistad con colegas y conoció a la exquisita pintora Sofía Zárate, con quien se casó siendo su compañera hasta el final de su vida.
Como nos comentaba años más tarde su viuda, Viana siempre fue reacio a la publicación de sus obras-lamentablemente-por un sentido extremadamente crítico de su propia producción; la consecuencia de esa humildad nos privó de poder hoy contar con gran parte de ella.
Este excelente poeta de nuestro campo y sus personajes, falleció en Mar del Plata el 6 de enero de 1976.
http://historiando.escribirte.com.ar/13874/escritores-tandilenses-en-la-historia-de-la-literatura.htm

lunes, 15 de agosto de 2011

Juan Alfonso Carrizo uno de los más grandes investigadores de la tradición oral Argentina

Juan Alfonso Carrizo






[Juan Alfonso Carrizo] El gran investigador, recopilador y docente Juan Alfonso Carrizo nació el 15 de febrero de 1885 en San Antonio de Piedra Blanca - hoy Fray Mamerto Esquiú- provincia de Catamarca.

Se desempeñaba como preceptor de escuela y cuando comenzó con su tarea de recopilación, y encontró en los doctores Ernesto Padilla y Alberto Rougés el apoyo necesario para poder solucionar sus problemas laborales con los de investigación, recopilación y catálogo de las obras obtenidas.
Uno no toma verdadera dimensión del faraónico trabajo de Carrizo, entendiendo que en el medio de transporte más impensado (carretas, caballos, mulas) llegó a lo más recondito de la campiña y los cerros para obtener un tesoro de letras que estaba en el paso final de su agonía. Cada viaje representaba días y hasta semanas, luego su clasificación, tanto o más extensa que su recoplaciones, lo que hicieron de Carrizo un viajero incansable por más de 20 años.

Publicó en 1926 el Cancionero Popular de Catamarca, que contenía 156 romances y canciones (la mayor parte décimas) y 1477 coplas además de rimas infantiles.

En 1933 se edita el Cancionero Popular de Salta con 4.372 piezas y en 1935 el Cancionero Popular de Jujuy con 4.059 coplas.
A éstas, siguió en 1937 el Cancionero Popular de Tucumán en dos tomos con 2.581 piezas y en 1942 el Cancionero popular de La Rioja en tres tomos con 5.697 coplas.

En 1943 fue designado director del recién creado Instituto Nacional de la Tradición.

Antes en 1940 había anotado el Cancionero Popular de Santiago del Estero compilado por el Dr. Orestes Di Lullo.

En 1958 publicó Historia del Folklore Argentino (fue una de las pocas ocasiones en que usó la palabra Folklore: prefería utilizar tradición).

Este artículo es un homenaje a quien, con su trabajo y andanzas, deteniéndose en los rancheríos y haciendo vida común con las gentes del campo y los pueblos para que le dictaran las coplas y cantares que conocían, contribuyó a un mayor conocimiento de la poesía y cantares tradicionales.
Murió el 18 de diciembre, de 1957 en San Isidro, provincia de Buenos Aires, como uno de los mas grandes entre los investigadores de la poesía y los cantares tradicionales argentinos.

Sabías que…? Juan Alfonso Carrizo hizo la más grande colección de cantos populares que existe en idioma español

La Yapa... Apolinar Barber

Y dentro de este mismo espacio queremos resaltar a un colaborador incansable e invaluable en las recopilaciones... nos referimos a don Apolinar Barber, a quien Juan Alfonso Carrizo dedicó largas páginas de la introducción de su "Cancionero" de Tucumán, con franca admiración y agradecimiento. Barber (1845-1936) era un interesantísimo personaje. Hijo de una tucumana y de un español capturado en la batalla de Campo de las Carreras, en su juventud fue aficionado a la guitarra y al canto. Como los guitarreros profesionales de entonces mezquinaban la letra de sus décimas, Barber se puso a la tarea de anotarlas en un cuaderno, pero desgraciadamente anotaba solamente décimas, como informa Carrizo, pero "no aprendía vidalitas ni relaciones (coplas) porque estas composiciones eran para cantores de bailes, esto es para cantores de segundo orden". El valioso cuaderno desapareció, pero Barber, con casi 90 años pudo rescatar de su memoria el acervo y "legó a la posteridad más de 4.000 versos, que vienen de lo más hondo de la tradición nacional a reflejarnos el alma lírica y cristiana del pueblo".

Al comentar su muerte, Alberto Rougés decía, en carta (12 de octubre de 1936) a Ernesto Padilla: “Comparto tu emoción ante la desaparición. de Barber, quien ha sido el símbolo de una época y de una concepción de la vida humana"

Fuente: http://www.folkloredelnorte.com.ar/creadores/carrizo.htm



miércoles, 10 de agosto de 2011

AWKA LIWEN - REBELDE AMANECER


http://www.awka-liwen.org/



AWKA LIWEN

Por Oscar Ranzani

Dirección: Mariano Aiello y Kristina Hille.Autoría y guión: Osvaldo Bayer, Mariano Aiello y Kristina Hille.Narración: Osvaldo Bayer.Fotografía y Montaje: Mariano Aiello y Kristina Hille.Producción: Macanudo Films-Mariano Aiello.Música original: Tremor-Leonardo Martinelli.



Después de la humillación hispánica que sufrieron los pueblos originarios en territorio argentino, al año siguiente a la Revolución de Mayo, Juan José Castelli proclamó el fin de la servidumbre indígena en el histórico documento de Tiahuanaco, dejando escrito que aquella gesta patriótica también se había hecho para los pueblos originarios y que “con ellos tenemos que trabajar, aprender de su cultura” y “conectarnos con el amor a la naturaleza de esos pueblos”. ¿Dónde quedaron, entonces, esas ideas en un país que tuvo distintos planes de exterminio contra los indígenas a lo largo de su historia y en el que la oligarquía terrateniente se apropió indebidamente de sus tierras? Este es uno de los tantos interrogantes que deja planteado el documental Awka Liwen, escrito y narrado por el escritor y periodista Osvaldo Bayer, y dirigido por el abogado y cineasta argentino Mariano Aiello y la politóloga alemana Kristina Hille. Awka Liwen significa “Rebelde amanecer” en idioma mapuche. Y de algún modo, este film busca rebelarse a la “historia oficial” sembrando una luz de entendimiento en ese horizonte oscuro del pasado argentino.

Este documental es también una verdadera clase de historia. ¿Y qué mejor que Osvaldo Bayer para contarla? Haciendo uso de una verborragia seductora para el espectador, el autor de Los vengadores de la Patagonia trágica va desgranando diversos comentarios históricos, trazando un relato armonioso que se complementa con testimonios de historiadores como Felipe Pigna y Norberto Galasso. Pero Awka Liwen no es un documental de cabezas parlantes: sólo en su justa medida opinan también especialistas cuando el tema lo requiere. Y el relato de Bayer se entrelaza con un material de archivo que le aporta su cuota de documento histórico.

A lo largo de casi ochenta minutos, Awka Liwen va mostrando que antes del genocidio de Julio Argentino Roca, eufemísticamente denominado “Campaña del Desierto” –aunque las tierras usurpadas a los indígenas eran en su mayoría fértiles– hubo otras campañas como, por ejemplo, la que llevó adelante el gobierno de Bernardino Rivadavia entre 1826 y 1827, a través del coronel prusiano Federico Rauch, que buscó exterminar a los indios ranqueles. Y planes que sólo entraban en la mente de un delirante como la famosa Zanja de Alsina, que proponía dividir el territorio argentino a lo ancho a través de una enorme zanja, de modo que si los aborígenes intentaban pasarla se quedarían sin ganado, ya que las vacas no podrían saltar. Luego llegaría, sí, el exterminio de Roca en el que se calcula que murieron entre 10 mil y 14 mil indígenas. Y el film demuestra que, a través del exterminio, se hicieron negocios turbios con sus tierras.

Y si de negocios se trata, hay que mencionar que Awka Liwen efectúa una profunda denuncia contra los terratenientes. Basta comprender que por aquella época el primer presidente de la Sociedad Rural Argentina, José Martínez de Hoz (el bisabuelo del ministro de Economía de la dictadura 1976-1983) obtuvo 2,5 millones de hectáreas, un territorio que, dice Bayer, era más grande que El Salvador, habitado por seis millones de personas. Para establecer una relación entre pasado y presente, Awka Liwen también menciona que los Benetton compraron en las postrimerías del siglo XX, 900 mil hectáreas, una superficie catorce veces mayor que la de Singapur, que podría habitarse por nada menos que 154 millones de personas. Ese pasado terrateniente queda relacionado con el actual presente agropecuario. Por eso el documental recuerda el conflicto de las retenciones de 2008 para entender cómo la oligarquía siempre se aprovechó de los territorios ancestrales y cómo obtuvo ganancias extraordinarias en la lucha por la distribución de la riqueza. Y todo esto sostenido por un feroz racismo estructural que se hizo carne en muchos sectores de la sociedad argentina, del cual fueron víctimas los pueblos originarios.