domingo, 8 de julio de 2012

Víctor Abel Giménez (el vasco)


Víctor Abel Giménez (El Vasco)
 


Víctor Abel Giménez habia nacido el 9 de enero de 1922 en la localidad bonaerense de Coronel Vidal (que por entonces se conocía como Arbolito) y comenzó desde muy temprana edad con las expresiones nativistas, dando sus primeros pasos en el grupo "Tierra Querida" y luego como recitador con el sobrenombre de "El Chasqui".
Condujo también programas de de la identidad y la cultura popular en y televisión como "Encuentro criollo", "Folklore junto al mar", el recordado "Buenos días, señor día" (23 años en las mañanas de LU6) y "Motivos populares argentinos". Fue libretista de los célebres y recordados programas "Un alto en la huella" y "A lonja y guitarra" del desaparecido Miguelito Franco.
Más de 200 de sus obras fueron grabadas por intérpretes reconocidos como José Larralde, Alberto Merlo, Víctor Velázquez y Argentino Luna y recibió distinciones como los premios "Martín Fierro", "Santa Clara de Asís", "Lobo de Mar", siendo declarado "Ciudadano Ilustre de Coronel Vidal" y "Ciudadano Emérito de General Pueyrredon" en el año 2000.
Nació propiamente en La Rinconada, el barrio más típico de Coronel Vidal, y su padre recibía la correspondencia para las estancias de la zona, tenía la casa de venta de artículos del hogar, una agencia de autos y un motor generador, ya que cuando era niño no había usina hasta las seis de la tarde.
En su casa escuchó mucha música, durante toda su infancia, desde "Chispazos de tradición", allá cuando era de pantalones cortos. Por parte de su madre tiene un tío doce años mayor, Alejo Rípodas, quien le enseñó y dominante, con el cual conformó un dúo. Cantaban en las yerras, las fiestas de campo, los cumpleaños, y allí le nació una vocación por lo que después fue cantar con la orquesta del pueblo, que lo llevó a abandonar el pago chico e irse a Buenos Aires a probarse en los concursos radiales. El joven Giménez mamó y recaudó todo lo del hombre de campo y aprendió su terminología, porque en el pueblito se convivía con ellos, Y tanto pateaba en el potrero como se interesaba por el modo de hablar de paisanos como Feliciano Berro, que detrás de cada palabra decía un refrán. Según sus propias palabras: "Esto que le conté a la gente por radio durante tantos años lo aprendí viéndolo, no me lo contaron. Todo eso, aplicada la técnica que llegó luego, el disco, posteriormente la cinta, ahora el compacto, me sirvió porque puedo hacer un comentario y actualizarlo con una buena versión, que cada día es más grata al oído de la gente porque viene con mejor calidad. Yo edifiqué mi personaje pero lo definí escuchando a Fernando Ochoa, a Néstor Fredes, a La Tropilla de Huachi Pampa, a Los Trovadores de Cuyo, aprendiendo para luego ir a conocerlos".

Sus gustos musicales

En la música folklórica, por ser sureño, le gusta todo lo que hizo Abel Fleury. En la música de tango se declaró siempre fanático de Julio De Caro, más allá de que tenga una buena colección donde sobresalen Salgán, Troilo, Homero Manzi y Cátulo Castillo. Pero al Vasco no dejan de gustarle los Beatles, que no los haya difundido es otra cosa, porque no era lo suyo. También es un gran entusiasta de la música clásica, entre sus preferidas están la Sinfonía N° 40 de Mozart o casi todo Tchaikovsky. "No me anquiloso en mi gusto ancestrado, campero o como se lo quiera llamar", ha comentado hace un tiempo a este mismo medio, "De vez en cuando hay que darle la alternativa a la música popular para que se haga amiga de la clásica y hay músicos que las han juntado. Es zonzo el quenista que no hace Mozart. No me importa la raíz, me importa la calidad con que se ofrece, no me calienta el estuche sino lo que hay adentro."

Su obra

Como prolífico autor que es, y para ello está como prueba el recientemente editado libro de poemas "Yuyos" -además de tener cien temas grabados por distintos artistas profesionales o tener registrados más de 200 títulos en Sadaic-, le es muy difícil elegir un tema o poema de su autoría sobre otros. De todas maneras ha expresado: "Tengo cuatro canciones oficiales, tres en la provincia de Buenos Aires y una en La Pampa. Soy de Arbolito, canción oficial del partido de Mar Chiquita, uno de los temas que más quiero porque primitivamente así se llamó mi pueblo. Basada en la historia del caballo Bragado, hice con Belloso La del caballo Bragado sin pensar en que la ciudad también lleva ese nombre. Una vez fuimos a hacer "A lonja y guitarra" con Miguel Franco a La Pampa, a Victorica y con uno de los Tacunau hice una huella para la ciudad y la designaron canción oficial. Eso hace que uno les tenga un especial cariño a esas cosas más que a otras. Recuerdo mucho Cosas que pasan porque inclusive en España me han dicho (imita el acento español) "por costumbre prendí un negro" y me ofrecieron un cigarrillo. Los españoles estaban con un camote tremendo con la canción por Larralde, aunque cuando le dije a él que allá lo estaban esperando con bolsas de dólares me contestó: ¿A la cuna de la guitarra voy a ir a poner el transporte? Y no fue. Es su personalidad y se la respeto. Además somos muy amigos aunque yo no le di nada, él me dio mucho más a mí. Bueno y después... a todos los hijos los tenés que querer lo mismo pero, en la poesía, Cosas que pasan y en el cancionero Soy de Arbolito o Por las trincheras que hicimos con Canqui Chazarreta, santiagueño".

Con Silvia Adriana
"Le tengo mucha fe a este país, porque se está dejando actuar a la juventud. Siempre la dejamos a un costado, pero yo le tengo una fe tremenda a la juventud. Vislumbro un porvenir venturoso porque los jóvenes están participando. Hay que dejarlos que piensen, que opinen, que hagan. Ellos son los que van a hacer lo que este país necesita.
Hoy falta trabajo, mano de obra. Si me hubieran dicho un día que el campo no iba a producir, nunca lo hubiera creído. La tecnología ha destruido la economía., Hoy que está la tecnología a favor, ¿el campo no produce más? En Balcarce una persona con el producido de la papa compraba un campo, y hoy sembrar no es redituable. ¿Qué negociados hay? Una vez leí un autor que decía que "los países que se van a salvar son aquellos a los que le sobre tierra..." A nosotros nos sobra la tierra. Lo que comemos lo produce el campo. Hay que organizar algo para que esto empiece a caminar".
El 30 de Septiembre falleció en Mar del Plata "El Vasco" Don Víctor Abel Gimenez - Una vida ligada a la Tradición

fuente:http://www.folkloretradiciones.com.ar/representantes/gimenez%20victor%20abel.htm

Muchos galardones ha ganado Víctor Abel Giménez en su larga trayectoria como autor poeta y periodista, un defensor permanente de nuestro patrimonio folklórico. Pero el más importante es el de perdurar con cada una de sus canciones en la memoria colectiva de nuestro pueblo .Muchas de sus más de 200 canciones casi íntegramente dedicadas al repertorio surero tienen la particularidad que en cada trazo de su pluma se refleja la vida y los personajes que habitaban en la zona. Así desfilan “El pampa Rosendo”, “Un peón, Segundo Molina”,”Pulpería La colorada”, “Le decían Vidalita”, “Las mellizas” entre otros.

Su nombre pasó a ser recuerdo, cuando el público lo reconoce simplemente por “El vasco”, debido al cariño que supo granjearse como animador de festivales en Victorica, Lobería, Leones o el Festival de doma y folklore de Villa María. El recitado lo tuvo entre los elegidos, mientras creaba programas de neto corte nativista en radio y televisión tanto como guionista o conductor. Libretista de “Surcos estelares Hanomag” en radio El mundo, “Fiestas gauchas de La hoja” en radio Belgrano y Splendid, todos ciclos señeros en el género.

Verborrágico pese a su octogenaria edad, siempre orgulloso de su nacencia y heredad siempre presenta en primer lugar a su pueblo, cuna de un amor inquebrantable a nuestras tradiciones.

-Yo nací en un pueblo de campaña que llamaban Arbolito. Gracias a Reguera, quien le puso música a la canción hace muchos años que la gente tomó conocimiento que había un pueblo en la geografía bonaerense que se era llamado así por sus habitantes porque en los mapas nunca recibió esa denominación. Cuentan que mi abuelo cada vez que venía de su chacra en el campo, ensillaba y anunciaba –“Me voy a Arbolito”- nunca decía –“Voy a Coronel Vidal”- Tal vez ese recuerdo me haya impulsado a tomarme el atrevimiento de hacer la huella titulada “Soy de Arbolito”. Siempre me pareció más humilde que afirmar “Soy de Coronel Vidal”-.

-Hace unos años lo han rebautizado en los carteles.

-Sí un día un intendente (hoy fallecido), me llama en Vidal y me dice sonriente - “Se te cumple un viejo anhelo”- ¿Cuál será? Me pregunté yo.-“Vasco, siempre quisiste que se llame Arbolito el pueblo…Bueno, acaban de aprobar la ordenanza para que se lo denomine Coronel Vidal y entre paréntesis Arbolito”-Imagínese que alegría después de tantos años poder pertenecer a un pueblo donde su nombre perduró en la memoria de la gente y no en el que dicen los mapas. Aunque me radiqué en Mar del Plata, no paré hasta ir a vivir al campo durante 6 años. Ansiaba ver el amanecer, disfrutar como las sombras iban escapándose para hundirse vaya a saber donde, ocuparme de todas las tareas a que está abocado el paisano de campo y a eso le debo….una hermosa hernia de disco. Todo por hacer trabajos que tendría que haber hecho 30 años antes (se ríe abiertamente)

-Sus canciones son vivencias…

-¡Seguro! Algunas que el destino me hizo vivir y otras por involucrarme en las que vivieron otros. Todo está indicado en la vida. Si le hice versos al carrero por ejemplo es porque he visto a alguien llevar esa profesión con tanto orgullo que me emocionó o yo he probado la experiencia. Me parece muy atrevido hacer una zamba si ser del norte o una tonada sin ser de Cuyo, pero si esta se hace con el respeto y la gracia de ser argentino es aceptable.

-¿Le gustaría escuchar más recitadores en los medios?

-Más me gustaría que salgan nuevos decidores, no recitadores. Yo aprendí a decir no a recitar. Hay muchísima poesía criolla que no llegó a la grabación. Le estoy diciendo con la sapiencia que me dan los años.

-¿Pensó en escribir un libro sobre esas experiencias?

-¡Ah! Si otro lo puede escribir, (se ríe), yo hablo diez días seguidos. Pero no es una tarea fácil porque yo voy contando anécdotas a medida que las recuerdo, sin un orden cronológico, y termina siendo un rompecabezas. Quien sabe…

-¿Conoció a Abel Fleury?

- Sí. Nos unía un amigo común de apellido Carlomagno. Lo conocí cuando Abel era guitarrista de Fernando Ochoa, pionero si los hubo en el folklore. Hacía un programa que iba los jueves a la noche y los domingos a la mañana donde se reunían todos los folkloristas de esa época: Martínez –Ledesma, las Hermanas Simón entre otros. Abel Fleury con su guitarra era respaldo de la poesía que decía Ochoa. Un día Abel cayó por mis pagos a saludar a Carlomagno y a pedirle que le busque alojamiento porque había llevado el escuadrón y por ahí escaseaba. Un día me lleva Carlomagno y le dice -“Acá te traigo un muchacho que le gusta cantar, digamos que le gusta mucho la música como arte…y es de buena familia”- un agregado importante en ese tiempo para la presentación. Imagínese a los 18 años uno tiene aquello de la inocencia. Yo me conformaba con ir a cebarle mate. Un día el estaba tocando su guitarra en la pieza, me animé y le dije-“Don Abel, profesor, maestro yo sé un tango suyo”- “¡Ah! ¿Sí? “-me dijo y empezó a hacer acordes y yo a cantarlo entero. Y el siguió después con sus acordes. Claro después me quería colgar de un árbol. Don Abel fue una de las grandes guitarras argentinas que se hicieron un lugar en todo el mundo. En algunos países hasta se siguen sus métodos. Pasó el tiempo y fui a verlo a un teatro donde quise saber porque no tocaba nada suyo -“Porque toco Tárrega o Sagreda- me contestó-Y usted ¿se sigue acordando la letra de mi tango?”- Yo quería que me tragase la tierra… no había olvidado la anécdota.

- De los compositores que le han puesto música a sus poemas ¿tiene alguno preferido?

-A todos los poemas los he hecho con el mismo amor a nuestras tradiciones. Por ninguno tengo preferencia. Siento que dejé en ellos la más pura emoción del momento. Así Daniel Reguera, Merlo, Larralde, ArgentinoLuna, Justo Morales, Pedro Herrera o Domingo Prat por nombrarle algunos supieron encadenar sus melodías a mis poemas. Con ellos me siento hermanado en el secreto de la creación.

Con Nora  Susana Abrego
    

- Incursionó en muchos medios…

-¡Ah! Que tiempos. Trabajé muchísimo en diferentes medios con el mismo empeño de difundir nuestra cultura nacional. Cuando uno ama y conoce profundamente lo que hace es más fácil encadenar el tiempo para realizar cuanto uno se propone. Me gustaría que la juventud mire nuestros trabajos y afiance sus pasos en el folklore sin dejarse influir por todo aquello que no pertenece a nuestro patrimonio nacional.

fuente: http://www.folkloretradiciones.com.ar/articulos/victor%20gimenez.htm

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